miércoles, 27 de junio de 2018

Murales fortalecen campaña “Ni un y ni una guagua menos” en el distrito Piñas


Como parte de la campaña “Ni un y ni una guagua menos” que es impulsada por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), usuarios de los servicios de atención domiciliar Creciendo con Nuestros Hijos (CNH) del cantón Portovelo, distrito Piñas, pintan coloridos murales con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sobre la necesidad urgente de desnaturalizar la violencia y que daña a las niñas y niños.

El director del distrito Piñas, Iván Rivadeneira, explicó que estas acciones son parte de las actividades realizadas durante junio para promover los derechos de las niñas, niños y adolescentes. “Queremos visibilizar en la ciudadanía el derecho de niñas y niños a crecer en ambientes familiares, comunitarios y sociales que sean protectores, afectivos y seguros, libres de violencia”, añadió.

Bety Quinche, usuaria de la modalidad CNH, se refirió a la campaña como algo positivo. “Ojalá el mensaje llegue a todas las personas y se quede en su corazón para siempre, nuestros hijos, los niños y niñas merecen respeto, cuidado y protección de toda la sociedad”.

En el marco de la campaña “Ni un y ni una guagua menos”, el MIES distrito Piñas ha generado espacios de reflexión, jornadas de integración y toma de espacios públicos para motivar a las familias y ciudadanía a realizar un cambio social de rechazo a la violencia, especialmente hacia las niñas, niños y adolescentes.

La Educación Ambiental como acción para la alcanzar la paz


Hasta el momento se han creado 10 mil espacios TiNi en las instituciones educativas del Ecuador, beneficiando a 2,6 millones de estudiantes y 161 mil docentes en el cuidado de un millón de metros cuadrados de tierra, así lo indicó la viceministra de Gestión Educativa, Mónica Reinoso en el I Programa de Formación de Gestores de Cultura de Paz, este 27 de junio de 2018, en Loja.

En su ponencia “Educación Ambiental y su contribución a la convivencia armónica” dio a conocer varias cifras sobre la crisis socioambiental y cifras de violencia en Ecuador, existiendo una fuerte relación entre estas dos. “Las dos problemáticas tienen un origen común y tiene que ver con una tercera crisis, que es la crisis en valores”, señaló.

De acuerdo a la viceministra, esta tercera crisis ha hecho que a los seres humanos cada vez les afecte menos la devastación de la naturaleza. Es por ello que, uno de los aportes que impulsa esta cartera de Estado es el Programa de Educación Ambiental Tierra de Todos, que inició en septiembre de 2017.

"Esta propuesta tiene el objetivo de promover la cultura y conciencia ambiental en toda la comunidad educativa, y de esta manera formar ciudadanos socialmente responsables con el planeta", dijo Reinoso.

La aplicación de esta metodología parte desde que los adultos otorgan a los niños un espacio de tierra que puede medir medio metro o más para criar la vida y la biodiversidad. En adelante, es alrededor de ese espacio que los estudiantes fortalecen sus conocimientos, habilidades, valores, y autoestima para vivir en armonía con el ambiente.

“Si el Estado hace posible que los estudiantes aprendan de la naturaleza y la respeten, se asegura que las actividades humanas del presente y del futuro no impacten de manera tan nociva al ambiente”, indicó la viceministra.

Este Programa tiene tres ejes de acción:

1. Implementación de metodologías pedagógicas innovadoras con enfoque afectivo, lúdico, práctico, intercultural, holístico e interdisciplinario.

2. Fortalecimiento del currículo nacional con enfoque ambiental.

3. Buenas prácticas ambientales en el sistema educativo.

Por su parte la directora y representante de Unesco en Quito, Saadia Sánchez, brindó su apoyo al Ministerio de Educación por adoptar la metodología TiNi. “Este ha sido un logro importante en educación para el desarrollo sostenible. Es una pedagogía de ciudadanía y de responsabilidad desde que somos niños”, manifestó.

La Universidad Técnica Particular de Loja y Unesco realizaron este evento con el objetivo de fortalecer las aptitudes y competencias que deben formarse día a día en los estudiantes universitarios, por ser agentes dinamizadores de paz que pueden aportar al cambio en las comunidades y países.