martes, 25 de septiembre de 2018

En El Oro, analizaron y aprobaron el Plan Nacional de Prevención de la violencia contra la niñez y la adolescencia


El salón de eventos de la Universidad Técnica de Machala fue el escenario en donde alrededor de 60 representantes de entidades públicas, no gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, familias y comunidades de la provincia de El Oro convocadas por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), validaron el Plan de prevención de la violencia contra niños, niñas y adolescentes y de promoción de parentalidades positivas.

El taller fue presidido por Fernando Sánchez, asesor del MIES y durante su intervención habló sobre el objetivo del Plan Nacional. Dijo que reducir la prevalencia de la violencia física, psicológica y sexual contra niños, niñas y adolescentes, con especial énfasis en aquellos y aquellas en situación de vulnerabilidad y riesgo, y promover relaciones parentales saludables, bajo el enfoque de la corresponsabilidad Estado – sociedad civil, era la meta.

Machala, es una de las ocho ciudades, a nivel nacional, en donde se analiza en Plan Nacional. Según declaraciones de Jandry Vilela, Director del MIES Distrito Machala “en la provincia se registra un alto índice de casos de violencia que ameritan la atención urgente. Hoy estamos reunidos para analizar la propuesta y plantear nuestras sugerencias en torno a la garantía de los derechos de las niñas, niños y adolescentes”, manifestó.

Marlon Ibáñez, Coordinador Zonal del Consejo Nacional para la Igualdad Intergenracional, se refirió a la importancia de involucrar a representantes de la ciudadanía “actualmente la violencia es una forma de vida, y eso es preocupante. Es necesario que todos los actores sociales conozcan el Plan y se sumen con aportes que vayan encaminados a erradicar totalmente este mal”.

El Plan Nacional de Prevención de la Violencia contra la Niñez y adolescencia se alinea a cuatro ejes fundamentales como la generación de información y formulación de políticas públicas; el incremento de la capacidad de autoprotección de la niñez y la adolescencia y la construcción de espacios protectores; la participación de los niños, niñas y adolescentes en la política pública; y generar una estructura estatal propicia para la promoción y garantía de sus derechos.

En el evento participaron la Gobernadora de la provincia, técnicos del MIES, secretarios ejecutivos de las juntas cantonales de protección de derechos, Consejo de la Judicatura, Ministerio de Salud, Defensoría Publica, Movimiento de Mujeres, entre otras delegaciones de la sociedad civil.

Dos adultos mayores fueron ingresados a Centro Gerontológico del Distrito Piñas


Dos adultos mayores, quienes vivían en situación de abandono y vulnerabilidad fueron ingresados durante esta semana al Centro Gerontológico Huaquillas del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) Distrito Piñas.

Se trata de Enrique Pacheco de 74 años, estado civil casado, oriundo de la provincia del Guayas. Según el informe psicosocial, el adulto mayor, no recuerda a su familia, y vivía en situación de indigente por las calles de Machala, sobrevivía gracias a la solidaridad de la ciudadanía.

Mientas que Gloria Bustamante de 80 años, es oriunda de la provincia de Loja, viuda, no tiene hijos y vivía sola en el cantón Las Lajas recibiendo la ayuda y solidaridad de los vecinos.

Tras conocer esta situación, personal interdisciplinario del MIES realizó la validación de los casos para proceder de inmediato al ingreso de los adultos mayores al Centro Gerontológico, lugar donde actualmente reciben atención y cuidado integral.

“Nuestro trabajo está enfocado en mejorar la calidad de vida de los 30 adultos mayores residentes del centro, lo hacemos a través de la restitución de sus derechos y fortaleciendo el goce de su bienestar físico, social y mental”, dijo el coordinador de la Unidad, Vicente González.

Los centros gerontológicos son servicios de acogida para la atención y cuidado ofrecidos a los adultos mayores de 65 años y más que requieran de protección especial en forma temporal o definitiva, que no puedan ser atendidos por sus familiares, personas adultas mayores que carezcan de lugar donde residir de forma permanente que se encuentren en situación de abandono, falta de referentes familiares, pobreza y pobreza extrema, en condiciones de alto riesgo y que manifiesten su voluntad de ingresar.